MACEDONIO FERNÁNDEZ - MUSEO DE LA NOVELA DE LA ETERNA
MACEDONIO FERNÁNDEZ encarna la autonomía de la plena ficción. Su influencia en el joven Jorge Luis Borges fue definitiva. Dos intuiciones bastaron: la obsesión por la obra dentro de la propia obra y la concepción onírica de la realidad. En esta obra aparece su estética laberíntica.
La extraña materialidad de "lo vivible" fue una preocupación que acosó de modo constante a MACEDONIO FERNÁNDEZ; la otra fue (para decirlo también con palabras que querrían ser suyas) la irrealidad de "lo leíble". Ambas inquietudes pueden resumirse en el título que eligió para su primer libro MUSEO DE LA NOVELA DE LA ETERNA, en el que la afirmación de una existencia trascendente (de pasión o de arte, como él sustentaba, no de mera presencia) prepondera sobre la inocua mirada biológica: No toda es vigilia la de los ojos abiertos.
La extraña materialidad de "lo vivible" fue una preocupación que acosó de modo constante a MACEDONIO FERNÁNDEZ; la otra fue (para decirlo también con palabras que querrían ser suyas) la irrealidad de "lo leíble". Ambas inquietudes pueden resumirse en el título que eligió para su primer libro MUSEO DE LA NOVELA DE LA ETERNA, en el que la afirmación de una existencia trascendente (de pasión o de arte, como él sustentaba, no de mera presencia) prepondera sobre la inocua mirada biológica: No toda es vigilia la de los ojos abiertos.
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